La Tecnología de Luz Pulsada Intensa con Thermaeye™, aplicación de luz pulsada de alta intensidad, es el último gran avance para el tratamiento del Síndrome del Ojo Seco moderado y severo. Esta novedosa técnica, incluida en nuestros procedimientos visuales en Quito, logra resultados efectivos, rápidos y seguros. Está especialmente indicada cuando la patología no responde a terapias convencionales.
Hasta hace pocos años, los únicos tratamientos eran farmacológicos y temporales (lágrimas artificiales, colirios, sueros, plasma rico en plaquetas), además de aplicación de calor y masajes. Actualmente, con el tratamiento láser IPL con Thermaeye™, sencillo e indoloro, se logran resultados más duraderos y estables en el tiempo.
Además, en nuestro centro complementamos este tratamiento con otras tecnologías diagnósticas como el test de Osmolaridad IPN, que permite evaluar con precisión la calidad lagrimal antes y después del procedimiento.
El tratamiento láser sin cirugía IPL (Intense Pulsed Light) se realiza con un aparato de última generación Thermaeye™ en sesiones de entre 5 y 10 minutos. Inicialmente se realizan tres o cuatro aplicaciones y otra de recuerdo al cabo de un año.
Consiste en aplicar impactos de luz pulsada de alta intensidad bajo el párpado inferior y en la parte temporal de las mejillas para estimular la circulación y las terminaciones nerviosas. Con ello se incrementa la secreción de grasa de las glándulas de Meibomio que puedan estar obstruidas evitando así la evaporación de la lágrima y disminuyendo la inflamación.
El Síndrome del Ojo Seco puede provocar desde una irritación ocular leve hasta una grave inflamación. Es la patología oftalmológica más habitual, cuya incidencia supera el 20% en la población mayor de 40 años.
Los casos aumentan de forma significativa con la edad, especialmente en mujeres tras la menopausia. Asimismo, el uso de ordenadores y lentes de contacto, ciertos factores ambientales como la contaminación o el uso de fármacos antidepresivos o antihistamínicos pueden agravar sus síntomas.
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No, es indoloro y no invasivo, realizado en pocos minutos y sin cirugía.
Generalmente entre 3 y 4 sesiones iniciales, más una de refuerzo al año.
Ofrece resultados más duraderos y alivia síntomas donde otras terapias fallan.
Sí, también puede usarse en blefaritis, conjuntivitis e infecciones por Demodex.
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