El examen de agudeza visual es un estudio fundamental dentro de cualquier valoración oftalmológica, ya que permite identificar el estado refractivo del ojo con alta precisión. A través de esta evaluación, se detectan alteraciones visuales comunes como miopía, hipermetropía o astigmatismo, las cuales pueden interferir con la calidad visual del paciente si no son tratadas a tiempo.
Esta prueba se realiza con el fin de conocer el estado refractivo del ojo, lo cual es muy importante en el estudio de todas las patologías. Se realiza toma de agudeza visual sin cristales y con cristales de lejos y de cerca, esquiascopía y exámenes subjetivos.
El examen incluye pruebas objetivas y subjetivas que permiten una visión integral del funcionamiento ocular. Entre ellas se destaca el uso del lensómetro, herramienta que determina y/o rectifica la graduación de los cristales, garantizando una prescripción exacta.
La agudeza visual queda determinada por el tamaño más pequeño de líneas de letras en un test que el paciente puede leer después de haberle sido compensado su defecto visual. Esta medición se realiza mediante optotipos, que pueden contener letras, números o símbolos, y se interpreta de forma cuantitativa. El valor considerado como normal es AV = 1, equivalente al 100 % de visión.
Esta evaluación es clave tanto en pacientes nuevos como en quienes ya han sido sometidos a procedimientos oftalmológicos y requieren seguimiento o ajustes visuales. Por eso, se considera uno de los estudios básicos dentro de los principales procedimientos visuales en Quito.
Realizar periódicamente el examen de agudeza visual te permite:
Este examen también resulta esencial antes de iniciar procesos quirúrgicos, ya que permite establecer una línea base del estado visual del paciente, especialmente si está considerando correcciones con láser o lentes intraoculares.
En el Centro de Tratamiento Láser, cada examen de agudeza visual se realiza bajo protocolos clínicos rigurosos y con tecnología de última generación, lo que garantiza resultados confiables, reproducibles y ajustados a cada necesidad individual.
Nuestro equipo médico está preparado para acompañarte en tu proceso visual con orientación técnica y humana. Contáctanos para recibir una valoración completa o integrar este examen en tu protocolo prequirúrgico.
El procedimiento suele durar entre 15 y 20 minutos, dependiendo del caso clínico y la necesidad de aplicar pruebas complementarias.
Se recomienda una vez al año, o antes si hay cambios en la visión o antecedentes de enfermedad ocular.
Sí, se realiza tanto con como sin cristales, y se compara el resultado para evaluar la efectividad de la corrección óptica actual.
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